Cundinamarca es un departamento privilegiado en términos de biodiversidad. Alberga diversos paisajes que van desde relieves bajos y planos hasta montañosos, por donde revolotean más de 900 especies de aves. También es un territorio de agua, representado en páramos como Sumapaz (el más grande del mundo), Chingaza, Rabanal y Guerrero, y los cauces de ríos como Magdalena, Bogotá, Negro y Apulo.
En los pocos relictos de bosque seco que han logrado sobrevivir a la deforestación y la ganadería extensiva, habitan tigrillos, guacamayas, micos, loras y pericos, mientras que por los 380 kilómetros del río Bogotá, a pesar de sus altos grados de contaminación, los expertos han identificado especies cercanas a la extinción como la tingua bogotana y el cucarachero de pantano.
Las antiguas tierras de los muiscas son uno de los sitios con mayor presencia del perezoso de dos dedos en el país, un mamífero que habita en los bosques andinos que está altamente amenazado por la presencia de carreteras, perros ferales y cazadores. Zipacón y Cachipay, dos municipios cundinamarqueses, son conocidos como epicentros de estos animales.
SIBIO CAR facilitará mediante campos específicos, listados y palabras claves, almacenar la información en biodiversidad, ocurrencia o registros biológicos de las especies de la jurisdicción.
Según la CAR, las instituciones del Sistema Nacional Ambiental (SINA), que tienen dentro de sus funciones legales desarrollar estrategias que propendan por la conservación, tendrán en esta herramienta un insumo de información estandarizada para la toma de decisiones y el adecuado desempeño como autoridad ambiental.