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Así trabajan los veterinarios en Sumapaz

Por: webmasterlocal
Publicado el: Junio 2019
Coco, el perro beneficiado por las jornadas de vacunación en Sumapaz
Coco siendo atendido por el veterinario de la Alcaldía Local de Sumapaz

Cuando se aventuró por vez primera a asomar la nariz al mundo, era tan solo un chiquillo de quince días de nacido. Coco fue el menor de la camada, tiene cuatro meses de edad y desde ya sus amos lo preparan para que en el futuro sea un experto en las labores de pastoreo.

Hace tres meses lo apartaron de su madre, desde entonces, en medio del frío propio del páramo de la Localidad de Sumapaz a 3200 metros a nivel del mar, este cachorro no ha hecho más que investigar el mundo que lo rodea.

Es travieso como todo ejemplar de su edad. Su mayor osadía: se atrevió a tomarse la leche que su amo había dispuesto para el alimento de Astuto, un gato de pelo negro y de mirada vivaz con el que ha hecho buenas migas.

Don Isidro Mora Dimate, de 68 años de edad, vive en la vereda Ánimas Bajas, en la cuenca del Río Blanco y es el amo de Coco.

Él no quiere que su travieso animal corra la suerte de Regalo y Filpo, que por cuenta de una peste abandonaron el mundo perruno; por ello, cuando se enteró que los veterinarios de la Alcaldía Local de Sumapaz iban a llevar a cabo una jornada de vacunación y prevención de enfermedades caninas, llevó a Coco para que lo vacunaran.

En la historia de estos animales peludos, de hocicos pequeños y cónicos, de colmillos afilados y de simpáticos rostros, siempre ha estado presente la muerte debido a la falta de un adecuado control médico.

“En esta administración se les está procurando una mejor calidad de vida mediante una estricta vigilancia en su desarrollo y crecimiento. Los veterinarios de la Alcaldía Local recorren grandes trayectos entre montañas y valles en busca de estos animales para observar cómo están de salud y que procedimiento hay que practicarles”, advierte la alcaldesa Francy Liliana Murcia Díaz.

Se estima que la población de estos sabuesos en el territorio alcanza los cuatro mil ejemplares. Desde que se prohibió la cacería en Sumapaz, estos animales tuvieron que reeducar sus células olfativas. Ahora hacen otros oficios como ayudar a sus amos, arriar ganado y cuidar viviendas.

“Estos animalitos se ganan hoy el pan de una manera diferente. Antes un perro tenía que irse con uno en busca de borugo y conejo. Eran horas enteras metidos entre el monte cazando. Ya no. Ahora los perros por aquí lo que hacen es acompañarlo a uno y cuidar la casita. Yo quiero que Coco sea como Filpo, un verraco para la compañía y el cuido del ganado”, refiere don Isidro.

Pero mientras Coco aprende el oficio del pastoreo, continuará haciendo travesuras en la casa de los Dimate; Astuto, por su parte, el gato de ojos vivases y mirada penetrante tendrá que soportar que el pequeño peludo lo obligue a ayunos prolongados. Los veterinarios de la alcaldía seguirán brindándoles mejor calidad de vida al reino animal de la localidad de Sumapaz.
 

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